martes, 6 de julio de 2010

La Guerra de Alkon: Capitulo 17: La Lllegada.

y seguimos a buen ritmo con otro episodio, en este caso veremos que es lo que pasa cuando el cielo y la luna se vuelven rojos

Seguimos con la monotonia veraniega y con el tiempo "piscinero"que insta a todo menos a salir a las horas centrales del dia, ya pensando en mi próximo curso, por lo bonito de la novedad pero tampoco con muchas muchas ganas de tenerlo ya aqui, pero en fin, todo llega y todo pasa.

Capítulo 17: La llegada

A Raki se le erizó el pelo de la nuca, algo pasaba, algo importante. Un incendio surgió en el centro del bosque mientras que ne el cielo una tormenta electrica se desarrollaba. Armado de valor, bajó y despertó a Rotin y levantó a Stella que todavia no se habia dormidolos truenos eran cada vez más potentes y el fuego corria más rápido.

Cuando se acercaron se dieron cuenta que lo que habia causado el fuego era la propia tormenta que escupia llamaradas, algunas inmensas. Miraron hacia arriba, el cielo estaba oscuro menos cuando se ilminaba por un relampago que adquiria un tono carmesí.

La visión de Stella se cumplia. El cielo rugió y se partió en dos, de la grieta descendieron siete figuras de alas blancas y rodeados de un haz de luz. Al llegar a una altura de diez metros por encima del suelo se fueron cada uno en una dirección a una velocidad espectacular.

De pronto un terremoto avisó de que algo más pasaba, aparecieron de un agujero siete monstruos. Uno de ellos, quizás el que parecía más normal, clavó la mirada en Raki.

-Voy a por ti, aunque el plan sea lo primordial, y personalmente prefiera dormir, me ocuparé de que descanses eternamente.-dijo señalando con una espada a Raki.

El chico quedó estupefacto, viendo como se alejaban las figuras a lo lejos casi a la misma velocidad que los anteriores.

-No queda tiempo-Dijo Rotin- tendréis que dejar vuestros sentimientos para otro momento, es hora de buscar a los demás, lo que acabamos de ver no pinta para nada bien, no creo que combatirles solos sea bueno para nuestra esperanza de vida.

Algo grande se avecinaba y ellos lo sabían. Su actuación cambiaria el mundo para bien o para mal.

A muchos kilómetros del bosque, una reunión tenía lugar.

-Yo seré el nuevo líder-decía número dos- ya que yo soy el más fuerte y el cabecilla de la rebelión. Además ya me he ocupado de que dos personas ocupen el puesto que dejaron esos dos.

Un hombre y una mujer entraron en la sala y observaron con asombro lo grande que era. Los asiento dispuestos en círculos de menor a mayor altura, siete asientos como los demonios de la profecía, como los ángeles de la profecía como los humanos que salvaran Alkon o lo destruirán. La sala apenas tenia decoración, solamente un simbolo enorme de la Elite: un circulo con una figura humana con los brazos extendidos separando la luz y la oscuridad. La pareja se miró y sonrió, habian conseguido su objetivo.

jueves, 1 de julio de 2010

La guerra de Alkon: capitulo 16: Ala luz de la luna.

Y un capitulo de la guerra de alkon, este capitulo lleva casi un año escrito pero esta versión es la censurada a petición de los que lo leyeron antes, asi que existen dos versiones de lo mismo, pero bueno

Ahora que tengo tiempo (quizas demasiado, lo peor es que creo que hecho de menos el instituto y sus rutinas, pues no sé ni en que dia vivo)iré subiendo mucho más rapido, a dos por semana hasta ponerme al dia con lo ya escrito.

Pues ahí va.

Capítulo 16: A la luz de la luna

Cuando Stella despertó, estaba abrazada a Raki. Este la llevaba en volandas, iban corriendo.

-¿Por qué corremos?-preguntó Stella

Miró por encima del hombro de Raki y vio la razón. Estaban siendo perseguidos por una manada de monstruos que corrían a cuatro patas. Rotin se paró en seco y desenfundó las armas que le acababan de regalar, las unió y golpeó con el extremo blanco. Un haz de luz brotó y fulminó a los monstruos.

Raki dejó a Stella en un árbol apoyada y se puso los guantes para ayudar a su ex jefe. Un bicho se acerco peligrosamente, pero el muchacho golpeó y en ese momento los pinchos se hicieron más grandes atravesando de lado a lado la cabeza de su enemigo.

Cuando la batalla hubo acabado, buscaron refugio dentro de una cueva y encendieron un fuego. Comieron algo de pan seco que Rotin llevaba en un saco y empezaron a poner en orden la información que Stella habia visto hasta ahora sabian algo de lo que parecia un ciclo que rodeaba a la familia de Stella, elos eran de los elegidos y tenian que buscar las armas que les ayudarian a derrotar una amenaza cercana, pero de un problema aparecieron dos, la organización andaba tras ellos y sabiendo que dos de ellos eran exintegrantes era obvio que los acusarian de traidores y serian implacables. No era bastante con huir de la organización si no que debian derrotar lo que se les venia encima.

- El primer paso será ir a mi casa antigua, allí creo que encontraremos la primera arma.

- ¿estás segura? –preguntó Rotin.

- Si el poder que me dio ese tio era verdadero, si, no hay duda alguna.

- Bueo, por suerte, tenemos dos de las rmas ya… eso nos deberia dar ventaja, ¿no? –Raki buscaba la afirmación de sus compañeros para despejar su propio miedo.

- No – sentenció Rotin- no sabemos ni a qué nos estamos enfrentando. Y la organización no se dará por vencida rápido.

Llegaron al acuerdo de que lo mejor era que se pusieran en camino hacia delante, hacia la casa de Stella, pero esta noche tendrian que descansar, mañana les esperaba un largo viaje.

A media noche Raki despertó, se sentia inquieto, algo iba a pasar, lo notaba en el aire, habia demasiada calma, era la calma que precedia a la tempestad. Se subió a una rocaa observar las estrellas y la bella luna. De repente un ruido rompió el silencio, Raki miró hacia abajo y vio una cabeza rubia asomar bajo la roca, ayudo a subir a Stella que se puso a su lado.

- ¿No podias dormir? ¿estás preocupado?

- Un poco

- ¿y eso?

- Creo que se espera demasiado de nosotros, solo somos niños.

- Pero somos el futuro.

- Un futuro que solo existirá si nosotros estamos a la altura de las…

Tuvo que callar al sentir el contacto de los labios de Stella con los suyos. Era un contacto cálido y reconfortante, le recordaba al dia que pasó en su casa, despues de su derrota, por primera vez en una semana se sentia protegido. Cuando finalizó la sorpresa se reflejó en su cara. Stella bajó de la roca y se acostó, Raki quedó mirando al cielo hipnotizado por la luz de la luna, pero de repente un trueno partió el cielo y la luna se volvió roja.

Pues hasta el lunes o así que subiré algo más

Escuchando: Camino Moria [el reno renardo] (versión original es camino soria del gabinete caligari)