sábado, 26 de septiembre de 2009

Hoy no hay guerra de Alkon

hoy no hay guerra de Alkon. No, no, no. Hoy pienso hacer una queja sobre un comportamiento que me a parecido el summun de los summunes. Por lo visto y como decia un amigo mio, en este mundo de libertad y de estados policiales todo el mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario.

Al ser yo el protagonista de esta situación, la narración de los hechos, logicamente, serán totalmente subjetivas. Aún así, trataré de dar una versión lo más objetiva posible de lo que ocurrió.

Vayamos al tema.

La tarde estaba bastante tranquila y hacía buen tiempo, habiamos decidido ir a ver la nueva película "Malditos bastardos". Yo llevaba mi hajada mochila, la que me acompaña casi a cualquier lado y dentro de ella llevaba seis tomos de manga ( para los entendidos en el tema eran los tomos del 28 hasta el 32 de One Piece y el tomo 15 de Claymore). Como todos, yo compré mi entrada enseñando mi carnet jovén para un descuento, por lo que la suma de lo que debia pagar eran cinco euros. Al final voy a encarar al portero para que me raje la entrada y en esto que está a punto de hacerloy me dice:

- hey chaval, ¿qué llevas en la mochila?
- el contenido de mi mochila es privado - respondo yo
- Pero tengo el deber de registrartela- insiste
- Usted no tiene autoridad para registrarme - insisto yo más aún
-o me dejas o no entras

Me di la vuelta y me disponia a irme. Mis amigos vinieron corriendo hacia mi y me cerraron el paso diciendome que a dónde iba y por qué no entraba. Les explique lo ocurrido, no me entendian, porque no dejaba al hombre ver lo que llevaba en la mochila. Pero ya no era una cuestión de querer o no querer, sino una cuestión de dignidad. Había tomado un camino y debia seguirlo hasta donde me llevará, por lo tanto marché del lugar.

QUIERO MOSTRAR MI POSICIÓN DE QUE NO VOLVERÉ A ESOS CINES ESPERANDO QUE ALGUIEN SE SOLIDARICE CONMIGO Y SIGA MI EJEMPLO.

hay cines mucho mejores aunque sean un pelin más caros.

Humildemente, Kou Shun'u


hasta la próxima

escuchando: Al salir el sol (Warcry)

martes, 15 de septiembre de 2009

La guerra de Alkon: capitulo 14: El hombre de negro

Capítulo 14: El hombre de negro

Rotin observaba la pelea con interés pero cuando la balanza se inclino un segundo hacia el lado de número cinco se le encogió en corazón. Cuando este atacó sucedieron tres cosas simultáneas. La primera fue que el cielo se tornó rojo, la segunda que Stella chilló por la cercana muerte del chico al que había cogido mucho cariño y la tercera que una sombra se interpuso golpeando con los puños a las copias derrotándolas, atravesando al número cinco con su lengua y haciendo a la vez un campo de energía que evitó que las espadas cayeran.
Malherido el número cinco huyó hacia el bosque, Stella corrió a cortarle la retirada pero el hombre de la capa negra lo evitó asegurándole que él iba a morir.
Cuando despertó Raki comieron en torno a una hoguera.
-Vale- dijo la sombra- no os puedo decir mi nombre, estoy aquí para encomendaros una misión.
-¿Cuál?- pregunto Rotin.
-La de salvar al mundo. Yo he vivido mucho tiempo en el oráculo y hace dieciocho años se le dio poder a un bebé de la aldea colindante al templo. Ese niño eras tú, Raki. Tu destino está sellado desde antes de que nacieras. Dicen que siete demonios y siete ángeles volverán a Alkon a librar una guerra que arrasará el mundo solo siete guerreros que empuñen las siete armas y vistan las siete armaduras forjadas por Los Antiguos en la anterior guerra podrán restablecer el orden, o sembrar el caos eterno. Esto ya ha empezado y yo tengo un regalo que haceros.
Se acercó a Raki y sacó del interior de su túnica unos guantes de oro con remaches y pinchos por doquier, el chico pregunto que qué era eso, a lo que el hombre respondió:
-Es una de las armas legendarias, son unos guantes de oro con pinchos de adostín, el material más duro que existe, multiplica tu fuerza varias veces, podrás destruir casi cualquier cosa.
Se acercó luego a Rotin y saco dos puñales de tamaño desproporcionado
-Arin y akin, luz y oscuridad, respectivamente, según el idioma divino.
-¿Yo tengo dos armas?- preguntó Rotin mientras la soberbia embriagaba su cuerpo.
-En absoluto- respondió el hombre de negro con un atisbo de orgullo al bajarle los humos al ex-número uno- esos cuchillos poco valor tienen por separado, pero si los juntas se convierten en una doble espada.
Las unió y apareció una espada de doble filo con la empuñadura en medio. La hoja era curva y con una franja en el filo para que la sangre se escurriera y entrara aire en la herida, en definitiva, para matar más rápidamente.
-Y por último, aunque no por ello menos importante- dijo mientras se acercaba a Stella- para ti no tengo ninguna de las armas legendarias, pero tengo un regalo igual de importante, te voy a regalar la clarividencia.
La duda hizo presencia en el rostro de Stella mientras, el hombre, se iba acercando. Este cogió la cara de la chica entre sus manos y la besó en la frente. Repentinamente todo se volvió oscuro en la mente de la joven y se sumió en un profundo sueño.


Y con esto y un bizcocho hasta el dia 18 o así.

¿A qué se referirá el hombre de negro con la "clarividencia"? Y más importante aún ¿Quién es el hombre de negro?

escuchando: the wind beneath my wings (Sonata Arctica: cover de Bette Middler)

martes, 8 de septiembre de 2009

La guerra de Alkon, capitulo 13: duelo entre las cenizas

Después de la petición de Yayi y de mis largas, y por otra parte merecidas vacaciones, vuelvo con un capitulo de los humanos en el que llegan al "hogar" de Raki


Capítulo 13: Duelo entre las cenizas
Raki de sobra conocía al número uno pero Stella no. Se presentó diciendo que se llamaba Rotin y que él era el antiguo superior de Raki y del resto de La Elite. Dijo que sabía manejar muchas armas.
-¿Dónde estamos?- preguntó Stella.
-En el bosque que rodea mi aldea y protege el oráculo-Contestó inmediatamente Raki.
-Para empezar iremos al pueblo a buscar refugio, luego ya veremos- respondió Rotin.
Empezaba a hacer calor, llegaron a un claro y vieron a lo lejos una columna de humo, se temieron lo peor. Corrieron hacia el pueblo y lo encontraron bajo un manto de llamas y ceniza. Nada quedaba del antiguo poblado donde Raki se había criado. Rotem había desaparecido y el chico que allí se crió no podía creerlo toda su vida, su infancia, su familia. Todo eso había quedado reducido a polvo humeante. Raki se encaminó hacia un solar en el cual se debería haber alzado una casa, como revelaba las vigas ennegrecidas, de los ojos del muchacho brotaron sendos ríos de lagrimas al descubrir los cadáveres de unas personas pero tan quemados estaban que nadie podría haberlos reconocidos.
-Madre- murmuró Raki al ver el colgante que llevaba uno de los difuntos.- ¿Quién ha podido hacer esto?
La solución la encontraron entre los escombros de la casa donde encontraron una capa con el número cinco.
Raki sintió como brotaba la furia de su interior, como iba perdiendo el control.
De repente una voz les sobresaltó:
-¡oh! Habéis encontrado mi capa.
-¡TUUUUUU!- gritó Raki mientras su cara se desfiguraba por la rabia contenida-¿Cómo te atreves a irrumpir aquí y asesinar a esta personas inocentes?
- solo cumplía órdenes.
-Este es el final de tu mísera vida- siseó Raki invocando a Trickser.
El muchacho se abalanzó sobre su enemigo el cual agarró la espada con una mano lo que desconcertó a Raki. El quinto pronuncio unas palabras en bajo y Raki se golpeó con un árbol pero se recuperó pronto y se volvió a lanzar al ataque, pero de nuevo se le adelantaron y su rival volvió a ganarle ya que, rápido como el rayo metió su mano en la túnica y sacó un bote de sangre con la que dibujo un pentáculo en el suelo. El antiguo número siete se paró en seco ¿Qué jugada le estaría preparando su ex-compañero? Al acercarse lo pudo comprobar. De cada punta del pentáculo salió una espada que se movía por si sola era como si se enfrentara a cinco enemigos y a un hechicero de primera. Raki veía su final muy cerca las espadas ascendieron hasta la altura de las copas de los árboles más altos formando un pentágono perfecto. Mientras, número cinco hizo tres copias de él mismo que rodearon a su enemigo. Todo ocurrió en un instante
Las espadas cayeron y los hechiceros atacaron. Raki no tenia escapatoria; cuando todo estaba perdido un golpe en la nuca le hizo perder el conocimiento.


¡Qué tensión! ¿Qué pasará ahora?

la semana que viene, sin falta, más.