lunes, 30 de marzo de 2009

La guerra de Alkon: capitulo 5: despertar

seguimos con el pobre Raki y sus nuevos amigos


Capítulo 5: Despertar
Raki despertó a los dos días en una confortable cama. A su alrededor había dos mujeres una mayor de unos treinta años y una chica de unos dieciséis. Las dos eran bellísimas y de ellas emanaba un poder superior a cualquiera que hubiera sentido él.
-¡Vaya! Parece que al fin has despertado- dijo la mayor.
-Sí, ya era hora- añadió la pequeña.
-¿Quiénes sois?- preguntó, aturdido, Raki.
-Yo me llamo Meka y mi hija Stella.
-¿Qué demonios hago aquí?
-Te encontramos en lo que queda del fuerte, eras el único superviviente-Respondió Stella.
Raki se intentó incorporar, pero no le dejaron diciéndole que tenía que descansar.
-¿Seguro que era el único? ¿No había otro que se llamaba Rospol?
-No quedó nadie-dijo la mayor.
Como Stella le pregunto quién era y que había pasado, Raki contó todo lo sucedido en el castillo intentando recordar más detalles. Cuando se disponía a contar quien era y su historia, Meka entró en la habitación para decir que la comida estaba lista. Como Raki llevaba varios días sin comer y la carne olía tan bien, fue el primero en sentarse en la mesa. La comida era suculenta y deliciosa. Consistía en un primer plato de sopa con un sabor que el joven no lograba descifrar, un segundo que era una especie de estofado de carne con un sabor parecido al del caldo, por lo que Raki dedujo que el ingrediente que desconocía era una especia, y una macedonia hecha a base de frutas silvestres.
Después de que su estómago quedara saciado, Raki, preguntó sobre su querida espada. Meka le dijo que debería estar en el cobertizo, ya que allí dejó todas las armas que encontró.
Raki quería recuperarla, por lo que quiso saber dónde estaba el cobertizo.
-Yo te acompaño-se ofreció Stella.
-Vale, guíame-contestó Raki.


proximo lunes

la historia de la infancia de este hombrecillo llamado Raki

lunes, 23 de marzo de 2009

De nuevo aqui estoy, sin revisar la puntuación, pero esque tengo que estudiar filosofia e ir a inglés.

seguimos con los humanos, la batalla por fuerte Mecknor se desarrolla y la identidad de los ataquantes no será revelada hasta dentro de muuuuuuuchos capitulos.

allá va.


Capítulo 4: Ni un paso atrás
Empezaba a llover y, por más enemigos que mataba Raki, el número de estos no parecía disminuir su espada, llamada Trickser, estaba teñida de rojo. Con la palma de la mano hacia arriba lanzó un hechizo y consiguió tumbar a cinco enemigos para luego rematarlos con la espada. Mientras se abría paso como podía, con la vista, buscaba a Rospol, su mejor amigo. Cuando lo encontró, este estaba tumbado en el suelo, boca arriba y cubierto de sangre, estaba rodeado de enemigos y uno de ellos iba a acabar con él. Raki hizo un gesto brusco con dos dedos hacía abajo y un rayo cayó sobre el que iba a matar a su compañero. Todos alrededor se giraron y fueron a por el general, pero la espada de este dio buena cuenta de ellos.
-Rospol, si conseguimos aguantar el tirón podremos contraatacar.
-Son muchos, Raki, no lo conseguiremos-gritó Rospol, desesperado.
-¿Olvidas que soy uno de los siete de la élite?-Le espetó el general.
-Es cierto, se me olvidaba pero, aun así, eres el más débil de ellos.
-Lo sé, pero me basto para vencer a estos enemigos y, para que lo sepas, soy…
Raki no acabó la frase porque algo le golpeo por detrás y lo dejo inconsciente. Rospol sabía que sin él el fuerte estaba acabado, así que, con la certeza de que iba a morir cogió su espada y a Trickser y pegó mandobles a diestro y siniestro; pero eran más y más fuertes.
Rospol noto como el frio de una espada atravesaba su espalda, pero no se dio por vencido porque se había prometido que iba a luchar hasta el final. Se dio la vuelta para evitar un mandoble y de paso acabar con el que le atravesó antes.
Entonces, muy cerca de donde la espada seguía clavada, impacto una lanza.
La sangre salía a borbotones de sus heridas, de su boca y de su nariz. Pero no se rindió y hundió a Trickser en el pecho de otro enemigo.
En un momento de respiro, miró a su alrededor, todos sus compañeros habían caído, solo quedaba él.
Alrededor de Rospol había una montaña de cadáveres a los que él mismo trajo la muerte. El hombre echó a correr blandiendo las dos espadas, su vida le traía sin cuidado. Avanzo, abriéndose paso hasta que una espada atravesó su estómago y paró en seco su carrera. Su vida llegaba a su fin. Fuerte Mecknor había caído.


pobre Rospol, pobre Raki, en general pobres todos


proximo capitulo "despertar"

hasta el lunes que viene

lunes, 16 de marzo de 2009

La guerra de Alkon: Capitulo 3: La guerra de invierno

vuelvo de nuevo, puntual como un reloj el lunes. El capitulo de hoy es sobre los humanos, principales protagonistas de esta historia y con los que estaremos varios capitulo para luego dedicarles dos a los demonios y otros dos a los angeles (los cuatro capitulos largos).

ahí va, os dejo con Raki y su guerra


Capítulo 3: La guerra de invierno
Amanecía en el Fuerte Mecknor, el temor del ataque enemigo se palpaba en el aire; la noche anterior mató a diez personas y destrozó tres familias.
Era la primera vez que Raki, pese a su rango de general, veía tal ferocidad en los ataques.
Un capitán se le acerco y le dijo:
-Si nos entregamos nos ejecutaran a los oficiales, pero a los de menor nivel, a las mujeres y a los niños, les dejaran vivir.
-Entonces nos acaban de ascender a todos- dijo Raki oteando el horizonte.
-¿Por qué dice eso mi señor? – Preguntó el otro, mirando en la misma dirección que su superior y, al notar que la sangre no fluía por su cuerpo, añadió – No puede ser, esto es una pesadilla.
-¿Por qué?- preguntó una mujer que pasaba por allí.
-Han izado la bandera negra- respondió Raki.
-¿Y eso significa…?- inquirió un soldado, ansioso e impaciente.
-No habrá piedad- dijo el capitán.
La verdad de una muerte segura cayó como una losa sobre los habitantes del fuerte. Sabían que su enemigo era feroz, pero no pensaban que podría llegar hasta ese punto.
En ese momento de silencio, el sonido de un cuerno atravesó el aire y todos tuvieron la certeza de que el enemigo volvía a atacar.
-Todos a sus puestos –bramó Raki.
El caos reinaba en el campamento cuando un rayo seguido de un trueno rompió el cielo en dos y un ariete impactó contra la puerta de madera que amenazaba con ceder.
-Apuntalad la puerta- gritó alguien
Raki estaba observando desde las almenas al ejército que se extendía hasta donde la vista lograba alcanzar. Entonces, por primera vez en su vida presentía que su fin estaba cercano y que solo había una cosa en su mente, morir y llevarse a cuantos pudiera y grito:
-Ejército, luchad por vuestro pueblo, vencer o morir.


si me aburro mucho estudiando, subiré otro capitulo esta semana, que es fiesta, si no hasta el siguiente lunes

capitulo 4: ni un paso atrás.

miércoles, 11 de marzo de 2009

una vez más, hago un hueco en mi apretada agenda para quitarle a esto las telarañas, según mi calendario tendria que haber actualizado el lunes, pero entre una obra y que estoy en primero de bachillerato, no pude.

bueno, aqui está el tercer capitulo (contando el prólogo), es el turno de los angeles.



Capítulo 2: la elección celestial
Casi todos los días eran perfectos en el cielo, todos los días eran extrañamente parecidos. Todos, excepto este. Hoy era el día en el que Dios diría quienes irían a conquistar Alkon en su nombre. Ruckfyl iba contento, se decía a si mismo que, pese a su juventud, sería enviado para difundir la palabra de su señor cuando llego a la plaza central de la ciudad celestial, en su rostro se dibujo la sorpresa al ver a su hermano entre los aspirantes.
El hermano de Ruckfyl era alto y fuerte tenia uno ojos de un color azul intenso y el pelo rubio como el oro, solo se diferenciaba de su hermano en que a él le faltaba un brazo (le fue arrancado al salvar a su señor de uno de los demonios que asaltaron el cielo hacia ya tres mil años), su nombre era Ryckful. Ruckfyl se puso al lado de su hermano y le preguntó:
-¿Qué haces tú aquí?, creía que te habían retirado del servicio militar- y añadió señalando su muñón- por tu acto de valentía.
-Yo también lo creía, pero me llamaron ayer a última hora para decirme que había sido seleccionado como aspirante para bajar a Alkon.
Mientras conversaban una persona vestida con una túnica blanca situada en el centro de la plaza dijo:
-Estoy contento con vuestra fidelidad ya que todos habéis venido a pesar de que seguro, tenias trabajo- hubo una carcajada general, porque en el cielo no se trabajaba. Dios hizo un gesto con la mano y todos se callaron- pero he decidido enviar a la antigua orden de Los Ángeles Guerreros, de ellos los siguientes siete han sido seleccionados para La Conquista: Salkor, Purfick, Ruckfyl, Wytton, Repod, Weteer y, pese a su discapacidad, Ryckful.
Los dos hermanos se miraron uno con alegría y el otro con preocupación.
-¿Qué pasa hermano? –Dijo Ryckful- ¿no te alegras de que, al igual que tú, haya sido seleccionado?
-No es eso, me alegro mucho de que podamos bajar juntos. Pero admito que estoy preocupado.
-¿Por qué?-inquirió Ryckful.
-Por tu brazo, estas herido y aun tienes pesadillas con los demonios- respondió Ruckfyl-¿seguro que estás preparado para enfrentarte a ellos?
-Sí, eso ya es algo del pasado.
-Espero que el pasado no salga a la luz y pongas en peligro la misión.


el proximo capitulo será humano donde empezara la historia con el protagonista.

el lunes (si puedo) capitulo 3: La guerra de invierno.

si lee esto mi profesora de lengua, que me diga cuando es lo del certamen literario si no se a pasado aun

asta mas ver, para algo al correo que teneis unas entradas mas abajo

lunes, 2 de marzo de 2009

La guerra de Alkon: capitulo 1: reunión infernal

Capítulo 1: reunión infernal

Solo un hombre corría en el averno, ¿hombre?, no, de eso ya no le quedaba más que un mero recuerdo.
El demonio torció hacia la derecha y entro en la sala únicamente alumbrada por antorchas. Era obvio, era el último y sabía el castigo por ser impuntual.
-Llegas tarde, Ristkop, ¿qué excusa tienes?- dijo el que parecía el jefe de los demonios.
-Astaroth me dijo que la reunión era en la otra punta del infierno, por favor se lo suplico, créame, él me ha engañado-se excuso, suplicante, el apelado.
-Astaroth, ¿es eso cierto?
-No, mi señor- dijo uno de los demonios que estaba a la derecha del trono del jefe- yo le dije bien la hora, no es mi problema si es tan idiota como para perderse en sus propios dominios.
-Ristkop, has intentado mentirme, sabes que la pena es la muerte.
Antes de que Ristkop pudiera defenderse El Jefe le atravesó con la mano y le quito el corazón, o algo que se le asemejaba, y prendió fuego al cuerpo. Entre las llamas se escuchó un grito que hizo que todo el inframundo se estremeciera
El autor del asesinato se sentó en su trono y dijo:
-Estáis aquí porque sois los mejores, pero solo siete de vosotros podréis asaltar el mundo medio, así que, irán los que queden después de la guerra. Demonios, la caza ha comenzado.
Casi todos los demonios presentes desaparecieron en ese instante, incluso El Jefe que también participaba en lo que él había llamado El Juego De La Supervivencia, el único que no huyó fue Astaroth que se acerco al cuerpo todavía incandescente de su antiguo amigo.
-Uno menos, este ni siquiera llegó a participar, pobre marioneta, creyó que en realidad yo era su amigo, y no era más que un utensilio usado para llegar a lo más alto, solo me quedaba deshacerme de él.
Riéndose, Astaroth, salió de la sala andando despacio. El Juego De La Supervivencia había empezado y él estaba dispuesto a todo para ganar a toda costa.