jueves, 19 de febrero de 2009

Tarde de verano

Bueno, recién salido de mi bandeja de entrada de correo electronico nos llega un relato del tipico verano en el que no sales de vacaciones y te quedas en la jungla de asfalto, cosa que me sucederá a mi como se me ocurra suspender alguna.

A lo que voy, el relato es de Ana y dice "que los veinte ya no los cumple".

sin más dilación aquí os lo dejo


TARDE DE VERANO
Es domingo; ya han dado las siete y media, y aunque es agosto, y nuestro hombre se encuentra en una ciudad mesetaria, ha decidido echarse a la calle porque siente que nada le retiene ante el televisor.
Está solo, no en el mundo, sino en esa tarde que su mujer ha escogido para llevarse a los niños a la piscina, único reducto urbano en que uno puede olvidar que el mar está lejos, aunque el cloro, las plantas abrasadas de los pies por el cemento y el suelo de los servicios inundado de agua y de olor a champú de frutas nos sitúen rápidamente a dos manzanas del metro.
Una jaqueca galopante ha impedido a nuestro hombre acompañar a su prole a tan agradable jornada de ocio estival. Así que, tras zamparse un filete empanado y un poco de tortilla acompañada de pimientos rojos –ha prescindido del vino porque no tenía casera- y pegarse una siesta de dos horas mientras Yon Güein escupía amenazas al otro lado de la T.V., como ya he anunciado hace unas líneas, nuestro hombre sale a la calle con la modesta pretensión de estirar las piernas y darse un garbeo.
Aún hace calor, pero es cierto que un aire fresco envuelve la cara de este amable vecino y le hace cerrar los ojos, quizá para aspirar mejor el perfume de la ropa limpia que se orea en las terrazas, quizá para pensar en las vacaciones ya agotadas, ya apuradas y convenientemente reducidas a recuerdos que difícilmente volverá a invocar en los meses venideros. Nuestro intrépido paseante camina ahora con los ojos abiertos, recorriendo entre curioso y aburrido lo que las fachadas y los grandes bloques de casas presentan ante su vista. Observa las ventanas cerradas, las persianas echadas hasta abajo y la gruesa capa de polvo que se apodera de los marcos, los balcones, las macetas olvidadas temporalmente por sus dueños, olvidados ellos también del mundo, puesto que no están, y si no están es como si no existieran.
Ahora se fija en los cierres metálicos de las tiendas, en los escaparates ocultos tras papel de embalar y, sobre todo, en esos cartelitos que anuncian lo obvio: CERRADO. El paseante se molesta en leer todos estos anuncios de lo evidente, que sólo están ahí para recordarnos que alguien está lejos y que seguro que nosotros que nos quedamos, nos perdemos algo. CERRADO POR VACACIONES DEL 4 AL 26 DE AGOSTO, AMBOS INCLUSIVE”, reza en la puerta de la zapatería. En la farmacia han optado por “CERRADO HASTA EL 15 DE AGOSTO”, pues parece evidente que una vez que se ha cerrado algo, lo único que importa es cuándo va a volver a abrirse.
Le llama la atención la solemnidad de la tienda “Todo a cien”:
“ESTE ESTABLECIMIENTO PERMANECERÁ CERRADO PARA NUESTRA DISTINGUIDA CLIENTELA TODO EL MES DE AGOSTO. PERO ¡EH! ABRIMOS EL DÍA 3 DE SEPTIEMBRE “.

Nuestro hombre admira el ingenio de los dueños de un bar: “ESTAMOS DE VACACIONES HASTA EL 27 DE AGOSTO PARA QUE DESCANSEN NUESTROS CLIENTES. FIRMADO: BAR POLI”.
En la tintorería nos recuerdan que aunque ellos no están, siguen ofreciendo el mismo servicio y la misma calidad en la calle Juan Salas, nº 87. Camina unos pasos. Observa el parque infantil, envuelto en el polvo que los tiernos infantes levantan con sus jueguecillos inocentes, bajo la atenta mirada de abuelos, madres y hasta padres primerizos que intercambian experiencias. Levanta los ojos al cielo, que es azul, de una intensidad abrumadora. Sigue con su particular lectura, y sus ojos se encaminan hacia un cartel escrito a mano, sobre una cartón grande y rayado, con bolígrafo azul tirando a morado que dice: “ESTA AUTOESCUELA SE AUTODESTRUIRÁ SOLA ENTRE LOS DÍAS 2 Y 20 DEL PRESENTE MES”.
No vio nada más. Creyó oír unas sirenas lejanas y unas voces que reconoció como de su madre advirtiéndole que hiciera dos horas de digestión antes de meterse en el agua.



si quereis que salngan mas relatos enviadlos a la archiconocida direccion de correo. Si no la conoces te miras la entrada anterior. Por cierto, he recibido quejas de que el correo es dificil (el nombre) es un personaje de manganime japonés, ¿qué os esperabais?

lunes, 16 de febrero de 2009

La guerra de alkon: prólogo: La Profecia

ya se que no actualizo esto muy a menudo, pero entre examenes, libros que leer *MALDITO QUIJOTE* y otros proyectos no tengo tiempo.

Lo que dejo hoy es el principio de mi mayor proyecto hasta la fecha (lo que viene a partir del capitulo 10 es para +18, ironico ¿verdad?)


Prólogo: la profecía
La noche caía sobre la tierra, en torno a una hoguera se agrupaban varias sombras. Iban todas encapuchadas.
Alrededor de la hoguera lo único que se veía era un desierto sin final. Un sonido seco sonó y un hombre envuelto en una túnica se subió a una piedra y alzo su voz, potente como el trueno:
-Hermanos, nos hemos reunido en este día porque la fecha ha llegado, hoy es el día en el que se formulara la profecía y el destino de siete personas quedará marcado de por vida.
Según iba hablando su capucha iba descubriendo su rostro, era un hombre de mediana edad con el pelo rojo carmesí que le tapaba las orejas, parecía una persona seria que nunca había reído pero sus facciones eran también bondadosas.
Alzo sus brazos hacia el cielo y dijo algo en un idioma desconocido y sus rasgos cambiaron, eran unos rasgos perfectos, como de un dios, como de un diablo. Habló, pero esta vez con una voz de ultratumba:
-Siete ángeles bajaran del cielo para conquistar la tierra, en contrapartida siete demonios vendrán para hacer lo mismo, la eterna guerra entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, desolara la tierra. Pero no todo estará perdido, un pequeño grupo de personas, siete concretamente, se resistirán a desaparecer e, inconscientemente, pueden traer el orden y la paz al mundo, pero también podrán destruirlo.
Al acabar la enigmática profecía, el hombre cayó sobre la piedra desnuda, y antes de que nadie pudiera ayudarle, empezó a levitar hasta quedar varios metros por encima del resto de los profetas. Entonces comenzó a arder y un rayo le fulmino segundos después. En el banquete que se celebro después de la profecía solo se hablaba de la muerte cruel que había sufrido el profeta.
Al final del festejo, cuando el alba despuntaba en el horizonte el único encapuchado que no había hablado durante el banquete subió a la roca en la que estaba el cadáver del difunto profeta y habló:
-Sobre nuestro hermano la furia divina cayó pero no solo esta, el averno también estaba de acuerdo en que él debía morir.A todos los presentes se les heló la sangre y todos se dieron cuenta de que algo importante iba a pasar. El mundo llegaba a su fin.

Este es mi primer gran proyecto.

mandad correos a

tasuki_kou.shun-u@hotmail.com

mandad que no llega ni uno :'( xD

martes, 10 de febrero de 2009

el inspector Alonso rodriguez: Caso 1: la mujer del sospechoso.

Era una noche oscura y fría, de mediados de diciembre. El reloj de la plaza mayor marcaba las dos de la madrugada. Un solo hombre recorría la calle, tan ebrio iba que no reparó en la figura que se agazapaba entre las sombras. El hombre se paró y observó a su alrededor. Una misteriosa neblina caída sobre la ciudad. El cielo estaba de un amarillo pálido probablemente a causa de la contaminación. Hacía frio. Se envolvió en su abrigo negro y caminó. En la oscuridad una persona se encogió más todavía y aguardó expectante su oportunidad, como un cazador que observa a su presa.
En el frio de la noche un gritó se alzó, pero nadie había alrededor para escucharlo.
Me acerco al cuerpo inerte que yace en la calle. El cadáver muestra señas de violencia. Suspiro y miro al forense inquisitivamente.
- Dos agujeros en el pecho y uno a cada lado del cuello, el arma homicida es algo largo, puntiagudo y de un diámetro de medio centimetro más o menos en su zona más ancha. Es el cuarto esta semana que muere con el mismo modus operandi. Señor inspector ¿nos enfrentamos a un asesino en serie?
- Probablemente así sea-respondo
En los días anteriores había conocido a varias personas sospechosas de ser el asesino. Yo, inspector Alonso Rodríguez, hago un rápido resumen de los perfiles psicológicos de esas personas y llego a una conclusión. El asesino era Francisco Rameda, hombre de negocios, trajeado y educado con todo el mundo ¿Su traje serviría para ocultar algo más que su cuerpo?
En estas pesquisas andaba cuando llego a casa del sospechoso. El no estaba en casa, pero su mujer, Julia, me abrió la puerta con una sonrisa encantadora. Era una mujer que había salido del cáncer hace poco y había perdido el pelo ¿Conocería a su marido tan bien como ella creía?
- ¿Qué le trae por aquí señor inspector?-me pregunta
- Pasaba por aquí y me dije, voy a hacerle unas preguntitas a mi amigo el señor Rameda.
- Pues como ve, no está aquí ¿le apetece algo de beber? Yo puedo contestar a sus preguntas.
- Vale.-aceptó aunque no sé si esto me va a ayudar-tomaré un café.
- ¿Qué quiere saber?-me pregunta desde la cocina.
- Solo necesito una cosa. ¿en qué trabaja su marido?
- En la construcción, quiero decir, es dueño de una constructora.
Me quedo pensando tanto rato k el café se enfría. Me lo bebo y para cuando salgo de la casa de mi anfitriona ya es de noche. Como es invierno, la gente se recoge pronto y las calles están desiertas cuando la noche no es aún cerrada. Mi visita ha servido para concluir quien es el asesino.
Miro mi móvil con preocupación y luego observo los alrededores. Mi cita tarda. ¿Me habré equivocado y ella no es la asesina? No puede ser, mis deducciones son impecables y las premisas ciertas, por tanto la conclusión ha de serlo también. Siento una presencia detrás mía.
- Te estaba esperando, asesina.
- ¿pero como…?
- ¿Qué como lo sabía? Has ido dejando pistas, imperceptibles, pero pistas al fin y al cabo. Dejaste un pelo en el primer cadáver.
- No pudisteis sacar información de ese pelo
- Exacto porque no tiene ADN, esto solo se puede deber a que o se te rompió un pelo o que usabas una peluca. Había un 50% de posibilidades de que se te hubiese roto pero aun así me arriesgue a tirar del hilo y llegue hasta mi sospechoso. El pelo podía ser suyo ya que lleva media melena, así que empecé a creer que era él.
- Ese era mi plan.
- Pero en el segundo cadáver vi algo que me desconcertó. ¿Cómo era posible que un hombre llevase un anillo como el que se te cayó en el escenario, sobre el cuerpo? Era una alianza de boda de mujer. Por lo que empecé a contemplar la posibilidad de una segunda persona que fuese el artífice total de los asesinatos.
- Pero eso no explica como supiste que era yo.
- Sabía que el Señor Rameda trabajaba hoy y aun así fui a su casa. Su mujer estaba dentro, y con el pretexto de preguntar dónde trabaja el señor entré en la casa. Mi objetivo real eras tu, Julia. Llevas peluca por tu quimioterapia, y no tienes la alianza de boda. Solo considere esta posibilidad al ver las heridas del arma homicida. Estaban hacia arriba, lo cual implica que el hombre al que mataste era más alto que tu. El señor Rameda mide dos metros y el hombre uno ochenta, usted uno setenta y tres. Fui a su casa y aproveché la oferta de un café para instalar un localizador dentro de tu teléfono móvil. Consciente de que ahora vendría a matarme vine solo hasta aquí. Julia, estas detenida
Mi interlocutora no sale de su asombro. En cuanto pronuncio las últimas palabras de mi pequeño discurso, aparecen unidades de policía por doquier y arrestan a la asesina.
La noche se cierra, el reloj marca las dos de la madrugada. Una misteriosa neblina cae sobre la ciudad. El cielo está de un amarillo pálido probablemente a causa de la contaminación. Hace frio. Me envuelvo en mi abrigo negro y camino de vuelta a casa con la satisfacción del deber cumplido. Un grito de angustia femenino se escucha tras las rejas de la cárcel.


hoy me ha salido la vena policiaca. no actualizo esto más a menudo por los exámenes y porque estoy en un proyecto más grande y mas ambicioso que puede acabar como mi primer libro y relato largo.

bueno como siempre me podeis enviar relatos a


tasuki_kou.shun-u@hotmail.com