jueves, 8 de octubre de 2009

redaccion de lengua 1

Como mi profesor de lengua no me deja tiempo para escribir cosas que no sean para entregarselas a él y ser calificado, he llegado a la conclusión de que escribiré aqui mis redacciones para que las telarañas no inunden mi blog

PRIMERA REDACCIÓN: MI PERDIDA INFANCIA

Cuando la espiral de mi tiempo aún estaba casi entera, mis preocupaciones se reducían a comportarme bien para poder jugar en el parque de enfrente de mi casa. En aquella época en la que con un euro era rico y podía comprar infinidad de chucherias y demás.O la odisea de ir a un sitio que se encontraba a medio kilometro. Cuando los estudios no significaban nada y hablabas de tú a tú con la persona más importante del mundo. De repente ese camino de baldosas amarillas llega a su fin y se divide en múltiples ramificaciones cada una más negra y dificil que la anterior. Mi relato se remonta a cuando esa bifurcación ya se apreciaba en el horizonte de mi vida pero no lo suficientemente cerca como para distinguirlo. Me hallaba yo leyendo tranquilamente una tarde, cuando un grito rasgó el aire. corriendo tanto como me lo permitían mis cortas piernas me asomé a la ventana más cercana y vi a una mujer dándole dinero a un hombre que la señalaba con un utensilioalargado con un agujerito en el medio. Rápidamente llegó un coche y de él bajaronunos hombres uniformados de azulmarino que golpearon e inmovilizaron al señor. Yo, en mi tierna inocencia, salí a la calle a toda prisa para solucionar el malentendido y aclarar que ese hombreestaba trabajando y que la mujer le pagaba por ello. Entonces fue cuando el policía me separó del grupo y me explicó que eso no era un trabajo, sino un atraco. Debió ser que mi cara confusa le hizo gracia pues se alzó cuan largo era (en aquella época me parecia altísimo), me puso la mano en la cabaza y la agitó, revolviendome el poco pelo que tenia y me dijo "atracar es muy malo, con el paso del tiempo lo comprenderás, no robes nunca".

Y allí me quedé yo. Reflexionando sobre la lección de moralidad que acababa de recibir y que aún no entendia. Volví a mi casa y mi madre me preguntó que adónde había ido y yo, sin ser consciente de mis palabras dije "a atracar a la calle".

Y tan tranquilo volví a mi apacible lectura sobre un robo en la calle cuyo único testigo era un niño inocenteque no era capaz de narrar adecuadamente a la policía lo que había visto.

Me rei durante bastante tiempo de la ingenuidad del niño. Y de repente un grito rasgó el aire...



Hasta aquí la de hoy, en el fin de semana subiré otra.


escuchando: Ulises (Warcry) http://www.youtube.com/watch?v=9XIyNvjC21o

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